jueves, 31 de julio de 2014

¿Estamos listos para internacionalizarnos?

Por: Paula Fonseca, Subgerente Internacionalización-Fundación Saldarriaga Concha

Los constantes cambios que se encuentra enfrentando el mundo, han hecho evidente la necesidad de un reequilibrio económico y por ende, de las relaciones entre los diferentes países.

Hoy el liderazgo para el desarrollo no está únicamente en las manos de las grandes economías tradicionales sino también en las manos de aquellos países emergentes, que gracias a su crecimiento exponencial, han sabido ganarse un espacio fundamental en la balanza global.

El indiscutible ascenso de regiones como América Latina, ha permitido que algunos de sus países como es el caso de Chile, Brasil o Colombia* , ejerzan un mayor peso en la política internacional, y por ende, se vea necesario pensar en diferentes propuestas de reforma frente a las relaciones globales, buscando diálogos más horizontales.



Hoy Colombia se ha consolidado como un referente internacional en diversos temas y ramas, asegurando su voz y su voto en la toma de decisiones que repercuten en la esfera global.

De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2013, el hecho de que las economías desarrolladas hayan dejado de crecer, y los países emergentes se encuentren creciendo, lleva por un lado a la participación de nuevas opciones de avance y desarrollo, así como a la aparición de iniciativas innovadoras encaminadas a beneficiar también a las economías avanzadas.

Bajo este escenario, la internacionalización de una empresa u organización colombiana, implica el crecimiento significativo de sus exportaciones, como consecuencia de la identificación y promoción de productos y servicios de calidad exportable.

Gracias al crecimiento colombiano, el país ha logrado posicionar los temas de interés en las agendas internacionales, asegurando visibilidad y participación, y la adaptación de las políticas de desarrollo de los países donantes a los cambios internos del país, y de la misma región.

Aprovechando el reequilibrio de las relaciones hacia un diálogo horizontal entre los países avanzados y los países emergentes, así como la latente necesidad de acciones innovadoras en cabeza de las economías en desarrollo, se entiende como el momento propicio para que las diferentes organizaciones colombianas impulsen su salida al exterior, como una oportunidad de crecimiento y desarrollo.

Para lo anterior, toda organización sin importar el sector, debe tener una apertura para asumir constantemente transformaciones estructurales que le permitan adaptarse a los cambios constantes del sector (social, real, público), y a las dinámicas que definen las tendencias de la ayuda para el desarrollo, en el caso específico del sector social.

Así, con el propósito de mantener un espíritu de progreso y evolución competitiva, es fundamental que las organizaciones sociales abran sus puertas hacia la búsqueda de avances (mejoras) sustanciales que le permitan competir y adaptarse para dar mejores respuestas a los problemas que enfrentan.

De acuerdo con diferentes experiencias, y sumado a la coyuntura de país que nos encontramos viviendo, se ha demostrado que la exploración del ámbito internacional como una forma de evolución competitiva por parte de una entidad del tercer sector (sector social), permite recoger, distribuir y consolidar, en conjunto con otros actores, cambios sociales de gran escala.

Por lo anterior, debería ser una prioridad de toda organización consolidarse dentro y fuera de su entorno geográfico, lo que le permitirá importar y exportar procesos y conocimiento, orientados a superar en el caso social, la exclusión, la inequidad y la pobreza de las poblaciones vulnerables.

* Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano. El ascenso del Sur: Progreso Humano en un Mundo Diverso, 2013. Nueva York 2013. Página 1

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